Pensar que todo está bien, que te sientes bien. Como si todo estuviese en calma y se quedase así durante el resto de tu vida. No pasa nada, pero es que no hace falta que pase nada. Puedes disfrutar de la playa, aunque siempre preferiste la montaña; salir a pasear sin tener un destino fijo; contar con los dedos las canciones que te recuerdan momentos que creíste olvidados.
Escucha todas las conversaciones para imaginarte en otro lugar; súbete en el primer autobús que encuentres y cuando se baje el chico de al lado, hazlo tú también; guarda los miedos bajo llave, porque ya no los necesitas; que te vean bien, que eres feliz, y la felicidad hay que enseñarla y sacarla a bailar de vez en cuando.
Escucha todas las conversaciones para imaginarte en otro lugar; súbete en el primer autobús que encuentres y cuando se baje el chico de al lado, hazlo tú también; guarda los miedos bajo llave, porque ya no los necesitas; que te vean bien, que eres feliz, y la felicidad hay que enseñarla y sacarla a bailar de vez en cuando.
Ojalá que te hagan reír abriendo bien la boca.
Porque ya se sabe que la risa y la sonrisa no tienen nada que ver, solo comparten letras.
Pero eso sí, tú tienes la sonrisa más bonita que he visto en mucho tiempo.
Porque ya se sabe que la risa y la sonrisa no tienen nada que ver, solo comparten letras.
Pero eso sí, tú tienes la sonrisa más bonita que he visto en mucho tiempo.
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